La competitividad es decisión del mercado

Es verdad que la crisis ha incidido fundamentalmente en el sector inmobiliario y de la construcción, como es verdad que ha conducido a determinados sectores industriales a un retroceso de dos dígitos  en las ventas del primer semestre. Pero no es menos cierto que empresas como Ega Master acabaremos el año con un incremento del 12-13%. No es que seamos ajenos a los vaivenes del mercado, sino que nos esforzamos en aplicar los parámetros que se dan por sabidos en el arte del buen hacer empresarial: internacionalización, innovación, orientación total al cliente y competitividad.

Es en momentos de recesión cuando la apuesta por la internacionalización adquiere su máximo valor. Es evidente que, en tiempos de expansión, el reto de la internacionalización permite ampliar el mercado, con lo que supone de aumento de producción y facturación. Pero es precisamente ante la debilidad de la demanda cuando la apuesta por la diversificación de los mercados se convierte en la razón de ser, por cuanto actúa de red de seguridad y estabilidad. Por citar nuestra experiencia, el verdadero salvavidas de Ega Master no estriba en vender en más de 140 países, sino en la remota posibilidad de que la crisis se extienda a la vez a todos ellos. Es decir, en el momento presente, mientras que en la Unión Europea o en los Estados Unidos la economía está en recesión, en otros países como los del Golfo, el este de Europa, Rusia, China, Brasil o India, continúan  en crecimiento. En resumen, la internacionalización no es sólo una apuesta por la ampliación del mercado, sino una estrategia para repartir riesgos y disminuir la afección local.

Innovar no es sólo diseñar y desarrollar nuevos productos, que también, no en vano disponemos de un centenar de patentes, muchas de ellas mundiales.  La innovación es ante todo una filosofía de actuación que afecta a la organización interna. De hecho, la innovación está en la génesis de la creación de Ega Master cuando, a finales de los noventa, nace como aplicación del método de integración horizontal en el  sector de herramienta de mano. Ya no se trata de que en un mismo centro de trabajo se fabriquen todos los artículos de principio a fin, sino que desde la humilde asunción de que uno no puede ser el mejor en todo, fije los criterios objetivos para identificar a los mejores y establecer alianzas estratégicas con ellos. En la práctica supone hacer migrar al sector de herramienta de mano el sistema de fabricación aceptado en los sectores de automoción y aeronáutica. Nadie puede hacer todo y ser el mejor en todo, pero sí puede seleccionar a los mejores en cada tecnología y conseguir con ellos mayor especialidad, calidad, flexibilidad y competitividad.

Mientras que la internacionalización y la innovación son apuestas estratégicas de puertas para adentro, la competitividad es el resultado de puertas para afuera. Una empresa puede ampliar su red de ventas, distribuir el riesgo, establecer una red de conocimiento on line de las tendencias del mercado,  innovar sus productos a las necesidades de los usuarios y dotarlos de calidad y distinción al mejor precio, pero el reconocimiento explícito de la competitividad  es privilegio exclusivo del cliente. La empresa es competitiva, no porque lo diga ella en sus catálogos,  sino porque así lo percibe y lo avala el mercado.

 Iñaki Garmendia

Presidente de Ega Master S.A.

Premio Príncipe Felipe a la Excelencia Empresarial en Competitividad, 2008

 

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